Este villancico es bastante característico de las fechas navideñas, ya que refleja la algarabía de los Santos al observar el nacimiento del Hijo de Dios, el futuro joven que salvaría a la humanidad. Esta canción nos cuenta, de una Virgen que se encuentra peinando su cabello cómodamente, cada pelo está hecho de oro, y el peine que utiliza es de un material de plata, simbolizando la pureza de la Santísima Virgen.
Los peces en el río, al igual que la Virgen, tienen una gran expresión de sorpresa y alegría al observar que ya se está acercando la llegada del Niño, tanta es la impresión, que no pueden dejar de beber agua de la laguna en la que se encuentran. La felicidad nos invade, así que incluso nosotros los cristianos podemos realizar actos inconscientes al celebrar estas festividades, que son el reflejo de nuestro amor a Dios.
La Virgen, observa al Dios nacer, y se acerca lentamente hacia Él, detallando cada una de sus facciones y características, mientras que
los peces en el río no dejan de beber agua del mismo. Esta dama no se encuentra con nadie, salvo el pequeño niño de su mano, simbolizando el amor maternal de una mujer con su tierno hijo.
Los peces en el río se mantienen calmados y observando, la Virgen se encarga de los cuidados del pequeño niño. Lava los pañales con un cuidado especial, los tiende con total serenidad, mientras los pajarillos cantan en todos sus alrededores y el agua del riachuelo se va con una agradable risa.
Podemos escuchar este increíble villancico durante las fechas navideñas, ya que identifica al nacimiento del Niño Jesús, y todos los cuidados que se le daban hasta su crecimiento. Recordar su nacimiento para los cristianos es esencial, y con dicho cántico podrás hacerlo siempre.